"Tall Ship Race": La regata de grandes veleros

Una de las cosas que me hizo bastante ilusión, fue ir a ver la Tall Ship Race. O lo que es lo mismo, la regata de grandes veleros.
Fuimos por curiosidad, a mi siempre me han gustado los barcos. Sin llegar a extremos pero si que me atraen.Aparte de varios buques escuela de distintos países, también había embarcaciones pequeñas en las que iban veinteañeros que se habían apuntado previamente, en plan convivencia.
Por encima de todos destacaba el buque escuela italiano (Américo Vespuccio), que es del que he puesto todas las fotos. Y destacaba no sólo porque me gustase a mi. Había unas colas interminables para poder visitarlo.
La verdad es que es un barco precioso a mas o no poder, parece salido de una película. Imagino que debe ser complicadísimo hacerle el mantenimiento a un barco así. Todo pintado impecablemente, con un aspecto inmejorable (parecía que lo hubiesen hecho ayer, y puede que así fuese por los cuidados que debe necesitar), con unos “baños dorados” en muchas incrustaciones que estaban perfectos y multitud de detalles que pueden ser poco prácticos pero que son preciosos. Fijaros por ejemplo en la foto de la popa, que precioso balcón tiene. Y todo esto incluso se podía ver por debajo de la línea de flotación.
Por supuesto un buque escuela es entre otras cosas un embajador de un país. Así lo entendieron muchos, cuidando la amabilidad, la presencia, etc. Otros ya no, como el Mir que es uno de los buques escuela de la marina rusa. Pese a que parece ser que era uno de los mas rápidos y también era muy grande , letreros del tipo “Si te haces daño en nuestro barco es problemas tuyo”, que la tripulación estuviese a su bola fumando en cubierta o que no lo hubiesen reformado en muchos años hacía que no estuviesen a la altura de varias de las cosas para los que fueron construidos.
Hoy en día tendemos a hacer todo mas rápido. Nos felicitamos por acortar una hora en un largo viaje pensando que en eso consiste el progreso, lo que está bien pero seguro que en otras ocasiones no es tan importante. Seguro que había tripulantes del siglo xix para los que resultaba interesante haber estado viajando a bordo de un velero como estos, aunque fuese por ir a comerciar especias. Un viaje largo en medio del océano en un barco de estos te deja mucho para pensar para ver.
No me quedaba toda la vida navegando en un barco, pero desde luego pasaba bien a gusto una temporada en muchos de ellos.