24 may 2010

Temporal de viento y lluvia en Galicia: El "Gordon" (2006)

imagen meteosatEl “temporal Gordon”, una de esas porquerías que se forman en la zona del caribe y que en vez de destrozar el sureste de estados unidos, a tenido a bien cruzar todo el atlántico y presentarse en las costas peninsulares. Naturalmente el pobrecito llegó muy cansado por el largo viaje y tanto tiempo lo dejó bastante extenuado. Aún así pudo dar guerra al llegar a Galicia.
La predicciones meteorológicas eran cuando menos para estar precavido pero como ya conocemos a la tele, tampoco hay que fiarse demasiado. La televisión necesita a menudo noticias y si no las tiene se las fabrica. Que si hace buen tiempo pues hala nos vamos al centro del desierto en Almería y nos buscamos un termómetro cutre de los que hay por la calle, eso si que sea preferentemente metálico y haya estado expuesto varias horas al sol. Aquí ya estamos en el centro de la noticia, sólo hay que colocarse delante para que medio país compruebe la veracidad y se escandalice de lo insoportable que está el tiempo. Idem de lienzo si es a la inversa. Cuando hace frío nos vamos a uno de esos puertos de montaña que el común de los mortales (que no sea transportista o similar) no pasa mas que escasas veces en su vida y mientras la periodista de turno es arrastrada por el viento o mete sus patas en la nieve, los titulares surgen como si viniesen caídos del cielo.
Desde luego el sitio en el que vivo no es de cambios extremos de clima, así que generalmente en el peor de los casos lo mas que hace es algo mas de frío o algo mas de calor. Pero eso para las noticias es igual. Siempre se apañan para encontrar algún sitio no demasiado distante en el que alguien se está congelando en invierno. Alguien que generalmente es una mujer que vive perdida en una casa apartada con su anciano marido (que por supuesto ya ni sale para atender a los informativos) y que lleva bastante mejor el frío que hace en su zona que los pocos grados que nos suele bajar la temperatura ambiental al común de los mortales.
Lo que nos ocurre es que no tenemos muchas cosas en la cabeza y el tiempo es el tópico mas trillado de la historia. Sirve para todo. Si hace malo porque es horroso y tiene la culpa de todo, si hace bueno porque no llueve y la sequía y esto y lo otro… Generalmente el problema no es el tiempo, somos nosotros. Lo utilizamos como pretexto o como evasión para olvidarnos o justificar una vida que no pasa de vacua.
Volviendo al tema que debería de ocupar este texto nos encontramos en septiembre, hacia el veinte de ese mes. Los informativos ya han hecho extensos comentarios y yo aunque dudando me empiezo a relamer de gusto. Desconfío que vaya a ser algo muy importante pero por si acaso estoy ojo avizor a ver cuando llega.
El condenado este de Gordon se hizo esperar. Parecía que iba a llegar la noche del veinte pero hasta las nueve de la mañana del día siguiente no terminó por aparecer. Decidió quedarse delante de las costas extendiéndose en paralelo mientras que yo oteaba el horizonte, que estaba casi despejado salvo por una franja de nubes que había hacia el oeste. Como se ve en la foto del satélite metereológico la cosa estaba a punto de caramelo (hasta a la Aihnoa le ha salido cara de orgullosa felicidad) y yo estaba que me relamía de gusto esperando al invitado después de hacerse de rogar toda la noche.
Mientras que la mayoría de las personas responsablemente se quedaban en sus casas, las escuelas permanecían cerradas y la ciudad quedaba casi desierta, yo pensaba que podía llegar mi momento. No sabría decir el motivo exacto pero el caso es que me gustan este tipo de acontecimientos. Por supuesto no le deseo a la gente que se le destrocen las cosas, pero este tipo de situaciones tienen algo de apocalíptico que me atrae. Es como si lo anodino diario quedase reemplazado por algo fantástico que nos recordase que las cosas no tienen por qué sujetarse a un orden habitual. Así pues no había mejor momento para dar un paseo por la ciudad.
Al poco de bajar a la calle la cosa prometía. Todo desierto y un viento que tumbaba a un santo dejando varias antenas de televisión caídas (¿antenas por el suelo?... parece un mensaje divino). Comencé a caminar y al poco ya se veían las primeras huellas. Ramas de árboles por el suelo, contenedores de basura que se había movido, bolsas de plástico volando en círculos,… es decir el comienzo del caos.
En cuanto llegué a una zona de muchos árboles que está cerca de la costa me encontré con lo que veis, muchas ramas por el suelo. Si bien es cierto que el ayuntamiento no trabaja como debe y la ciudad está bastante guarra, tampoco es que llegue a estos niveles. Así que inequívocamente había sido el temporal que había árboles caídospasado por allí antes que yo.
Me dirigí a otra zona de la ciudad y lo mismo o peor. Lo siento por los árboles pero son los que se llevaron la peor parte. Este de aquí no solo había sido arrancado de cuajo, también había ido corriendo por la plaza un largo trecho hasta terminar en la zona superior.
Por el centro de la villa estaba mas divertido. Muchos contenedores de basura movidos y que a menudo habían ido a parar al medio de las calles obstaculizando el inexistente tráfico que había a esas horas. Me recordaba a esas películas sobre guerras nucleares en las que las ciudades quedan desiertas y la humanidad ha desparecido casi por completo. árboles caídos Visto que por esa zona ya no parecía que hubiese mas novedades me dirigí al puerto. Pensaba que en la boca de la ría podría dejase notar mas. Aunque es verdad que allí se notaba mas el viento (no me he puesto un peinado de última moda en la foto y la cara de asco que me ha salido es por la rasca que me estaba pillando) lo cierto es que salvo que había barcos atracados en el puerto que en mi vida había visto no se notaba muchas huellas del paso de Gordon.
Al poco ya eran casi las once de la mañana y el temporal había amainado mucho. Al llegar a casa puse los informativos (a veces uno se puede enterar de alguna cosa con esta práctica) y vi que Gordon ya era historia. Había pasado tan rápido que casi no nos había dejado tiempo a saludarlo. Nos había dejado muchas cosas tiradas y a mas de uno le había hecho la puñeta bien gorda pero como espectáculo no fue demasiado resultón. Tendremos que esperar al siguiente cataclismo haber si hay mas suerte.

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